Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
S. Mateo 26:73-75 RVR1960
http://bible.com/149/mat.26.73-75.RVR1960
Muchas personas se me ham acercado y me han dicho que conocen alguien que se parece a mi. Incluso me ha pasado que me acerco mucho a alguien creyendo que le conozco, pero es al estar cerca que noto que esa no es la que busco.
También pasa que al compartir mucho con alguien se nos pasen sus gestos y hasta su manera de hablar. Lo mismo le había pasado a Pedro. No podía negar la gracia que había sido derramada al compartir con Jesús.
Que sea nuestro deseo imitar a Jesús al pasar tiempo de intimidad en oración con él.
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