Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.
S. Marcos 14:72 RVR1960
Ayer hablaba con un amigo no cristiano de lo difícil que es mantener nuestras convicciones y valores cristianos al peligrar nuestra vida. Y su respuesta me lleno de gozo: "si fuera cristiano, me concentraría en el beneficio de la salvación y mi premio en el cielo y no me importaría morir porque estaría muy seguro de mi beneficio final."
Para mi fue una gran lección ya que muchas veces pensamos que una pequeña mentira aquí y allá no hará daño o que un breve desliz es perdonable. Debemos de enviar esos pensamientos lejos y no dejar que hagan nido en nuestra cabeza.
Hoy te exhorto a concentrarte en el premio mayor que es nuestra salvación.
Bendiciones.
Comentarios
Publicar un comentario