Predica Sobre el Gran Mandamiento sección Deuteronomio 6: 4-9

 En la Reina Valera leemos Deuteronomio 6:4-9: 

⁴ Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. ⁵ Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. ⁶ Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; ⁷ y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. ⁸ Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; ⁹ y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

 

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.  Cuantas veces nosotros de verdad "oímos" y cuantas veces de verdad "escuchamos". La diferencia entre oír (percibir el sonido) y escuchar (prestar atención a lo que se oye), es muy grande. Del Hebreo la palabra que se convierte en Oye es Shemá. 

El shemá, es también el nombre que se le da a la oración más sagrada de los judíos, equivalente a su credo, se compone de cuatro partes, done la primera parte dice: Shemá Israel, IHVH Eloeinu, IHVH Ejad, 'Escucha Israel, Adonai es nuestro Señor, Adonai es Uno'. Afirmación del monoteísmo. Así mismo, la segunda parte Veahavta ('Amarás'). Se refiere a los fundamentos principales del judaísmo, es decir, el hecho de transmitir a cada hijo que "amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza".

Hace tiempo, se descubrió que los judíos, tenían, lo que llamaremos de cariño, un chivito de oración escrito que cargaban con ellos, muestra de esto es el papiro de Nash. Como costumbre los judíos recitan el Shemá dos veces al día, bien temprano en la mañana y en la noche en el intervalo que queda desde que salen las estrellas hasta el amanecer. 

Jesús en Marcos 12:29-31 y en Lucas 10:25-28 (más ligado a Levítico 19:18) lo recita como los dos primeros y mayores mandamientos junto con "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Por tanto, podemos que ver este tema de afirmación de su creencia esta marcado en ellos desde su nacimiento y crianza como Judíos. 

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; aquí viene el ajuste de Jesús que agrega la "mente" como diciendo y aclarando el tema de que cuando en la Biblia se habla de corazón, se está hablando de la mente. Y que mente la nuestra, en especial la de los hombres que se plantea mil y un escenarios de lo que pudiera pasar si dice o hace algo con tal de no hacer sentir mal a otra persona, claro, cuando las emociones está en orden. Porque si no, ahí si es difícil controlar al pensamiento. Y ahora que hablamos de las emociones y la de la mujer, ser bendecido con un carrusel de emociones altamente cambiante. Si, porque sepan mis hermanos, que se necesita un manual para entender a las mujeres, pero eso no pasa con esta Iglesia, no eso es otra. 

Muy interesante y todo, pero ahora viene el tablazo:  y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Cuantas veces tratas a tu hijo con la palabra, confrontando algún comportamiento con lo que dicen las escrituras. Ayer, mismo por ejemplo, viendo lo que pasó con el comunicador que supuestamente fue ultimado por andar en la calle, empece a corregir mi accionar al decirle a mi hija que si algún niño o niña le maltrata que ella le de duro para que no vuelva a hacerlo. Cambiando el CD de partelo que yo lo coso que tenemos grabado en la memoria. Por el de amor, que cuando se vea maltratada por otro niño le deje saber que no le gusta la acción (y que se la aclare), con voz fuerte y clara, y que si es necesario que se vaya de ese lugar. Pero cuantas oportunidades hemos perdido y seguimos perdiendo porque no le damos la oportunidad a los niños de conocer y emplear correctamente la palabra. 

Agarrece de su silla ahora, porque la palabra confronta, ⁸ Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; ⁹ y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Gastamos tanto dinero en poner nuestra casa linda y hermosa, para dejársela ¿a quién?. Sabe Usted que en 100 años, es posible que viva gente en su misma casa. Y que sea gente no tenga ni idea de quien fue Usted. Vi un video explicando que esas personas, van a estar, posiblemente al igual que nosotros, luchando por su felicidad y por salir adelante, pero simplemente no nos recordaran. De esa misma forma, no somos nosotros los mismos que invertimos en modas, marcas y demás y muchas veces nos enfocamos (ponemos frente a nuestros ojos) el objetivo de ser mejor que los demás, tener todo mejor que los demás, si el otro tiene un reloj bonito, yo andar con el smart watch, si el otro tiene el celular Iphone 10, yo debo tener el 11, etc.

No debe nuestro enfoque estar en la palabra de Dios. No debemos enseñarles a nuestros hijos a amar a Dios, miren que hoy hay gente enseñándoles a sus hijos que "pueden ser lo que quieran ser", por encima parece muy lindo, astronauta, ingeniero, profesor o profesora, pero en realidad es marcando de forma errada su sexualidad. Hoy vas al cine a ver una película infantil y muestran parejas del mismo sexo como que es comer helado, las referencian en el guión directamente y les muestran darse afecto. Normalizando esto. Luego tocará la normalización de la droga o el aborto, depende de la agenda que toque. 

Pero yo les digo, muchas de estas cosas son culpa nuestra. Somos egoistas en nuestras oraciones (si aún las hay), solo pedimos cuando estamos mal o cuando tenemos una necesidad. No leemos la palabra y andamos con una mente entenebrecida, esperando la nueva serie de Netflix. Una vez pelié con un pastor porque me preguntó que si yo leía la Biblia. Y le dije yo si no sé Usted. Pero hay días que veo más series que lo que hago cosas para la obra de Dios, aún conveniendome.

 Hermanos, les llamo a reflexión, yo mismo soy el primero. Necesitamos retomar nuestro amor a Dios, con fuerza, con todo lo que somos. Recuperar la intimidad con El.  ¿Quiénes de los que están aquí se atreven a ser violentos y a obedecer la palabra de Dios?